¿Cómo vencer la timidez?


¿Es posible dejar de ser una persona tímida?, ¿Cómo puedo vencer la timidez?, ¿Puedo tener una comunicación efectiva aún siendo una persona tímida?

Estas son preguntas que me hacen con mucha frecuencia en los Seminarios de Técnicas De Comunicación Efectiva.

Hace algunas semanas leí una nota que Juan David Arbeláez escribió en su página de Facebook: “Enfrenta tu timidez con estos 5 trucos” y algunos elementos me parecieron muy interesantes. Juan David es un reconocido experto internacional en la mente humana y este corto artículo realmente me gustó porque tiene que ver con comunicación efectiva.

Una de las razones por las que me gustó es porque responde a una pregunta que muchas personas se hacen y que yo mismo me hacía hace algunos años… ¿Es posible comunicarse efectivamente siendo una persona tímida? Y… ¿Es posible dejar de ser una persona tímida?

Antes de hablarte del artículo de Juan David, me parece importante que hablemos un mismo lenguaje… y para hacerlo definamos qué es la timidez.

¿Qué es la timidez?

La timidez es esa sensación de incomodidad que experimentamos cuando estamos en determinadas situaciones sociales y que nos impide disfrutar de la interacción con otras personas, nos impide experimentar lo que queremos con las personas.

Esta sensación de incomodidad varía de una persona a otra. De hecho, cada persona puede sentir timidez en situaciones diferentes. Alguien puede sentirse tímido al hablar con personas adultas, otros pueden sentirse incómodos hablando con personas del sexo opuesto y he conocido incluso casos de personas que se sienten tímidos cuando interactúan con la familia de su pareja y esto quiere decir que la timidez no es algo global, es decir, que no necesariamente la experimentamos en todas las esferas de nuestra vida ni mucho menos con todos los tipos de personas.

Ahora, veamos los 5 trucos que Juan David plantea para enfrentar la timidez

  1. Actúa como si fueras. Se trata de jugar a ser otra persona. Para hacerlo debemos pensar en alguna persona que admiremos por tener confianza en sí mismo y actuar como esa persona lo haría.
  2. Interés en los demás. Se trata de asumir el reto de descubrir tanto como podamos de las personas que tenemos a nuestro alrededor, preguntándoles e indagando sobre ellos. Este punto me parece muy interesante por lo que te contaré más adelante.
  3. Menos “Yos” al hablar. Y cuando llegué a este punto dije woww por lo que nos explica Juan David y por otras cosas que te contaré. Somos muy dados a hablar de nosotros mismos (yo, yo, yo) y al hacerlo, implícitamente nos estamos asumiendo como el centro de atención. Te explicaré adelante como este marco nos perjudica de dos maneras diferentes.
  4. Usted no es el único. Solemos pensar que somos los únicos que sentimos timidez, que nos sentimos incómodos interactuando con otras personas y en realidad esto es algo que le pasa a muchos. El entender que la timidez es una condición común en el ser humano, puede ayudarnos a disminuir nuestra ansiedad al sentirnos diferentes, al sentirnos “personas incompletas”.
  5. Planear. En este punto Juan David se refiere a algo así como “pre-diseñar” la interacción con las demás personas. En mi experiencia he visto que esta técnica es útil solamente para un pequeño grupo de personas y funciona siempre y cuando no haya un problema más de fondo en el individuo.

Después de ver lo que plantea Juan David miremos…

El Verdadero Origen De La Timidez

Como bien termina escribiendo en la nota el autor, “llegamos a creer que no somos lo suficientemente buenos o que somos diferentes a los demás” y he ahí el verdadero origen de la timidez… Ella radica en un sentimiento de inferioridad y en una baja autoestima que dan como resultado miedo o temor a decir o hacer algo que pueda provocar el rechazo de los demás y así la persona tímida permanece callada, inactiva y excluida de la interacción con otros.

Fíjate que el resultado final es una persona callada, inactiva y excluida de la interacción con otras personas; esa es la conducta externa, lo que podemos ver, pero esa conducta externa, ese resultado final, es consecuencia de algo que pasa en la mente de la persona (algo que pasa en el interior del individuo), de algo que hay en su estructura mental, que en este momento podemos llamar factores internos y existen 2 factores internos que definen a una persona como tímida en un contexto y un momento dado: 1. Temor al rechazo y 2. Sentimiento de inferioridad. Detrás de cada uno de esos 2 elementos internos hay una creencia que los origina. Miremos.

Primer Factor Interno Determinante de Timidez: Temor Al Rechazo.

Es un hecho, el 99,99% de las personas hemos desarrollado una absoluta necesidad de sentirnos deseables y aceptados, de sentirnos miembros de un grupo, de sentir que somos importantes, inteligentes, graciosos y simpáticos ante los ojos de los demás.

Ese temor al rechazo inexorablemente va ligado a la necesidad de aceptación y he aquí precisamente una de las creencias detrás del fenómeno de la timidez (recuerda que la timidez es el fenómeno externo por llamarlo de alguna manera, es el comportamiento observado; pero detrás de ese comportamiento hay un fenómeno interno (una creencia) que está directamente implicada en dicho comportamiento y la necesidad de ser aceptado se da porque creemos que debemos tener una serie de características físicas, psicológicas, sociales y económicas para que las demás personas nos acepten. Esto por un lado, y por el otro, la otra creencia ligada a la necesidad de aceptación se trata de “somos valiosos en la medida en que las demás personas nos acepten”; es decir, nos sentiremos valiosos únicamente si todas las demás personas nos aceptan, de ahí que le temamos al rechazo, porque en caso de que suceda, en caso de que nos rechacen, será nuestra valía personal – el sentirnos valiosos lo que estará en juego, y la cuestión es que mientras no transformemos estas creencias, mientras no modifiquemos estos factores internos, nuestros esfuerzos por vencer la timidez serán inútiles. Este factor interno: temor al rechazo – necesidad de aceptación tiene origen precisamente en el segundo factor determinante de la timidez: El Sentimiento de inferioridad.

Segundo Factor Interno Determinante De La Timidez: Sentimiento de inferioridad.

¿Alguna vez te has preguntado por qué te sientes inferior a alguien si supuestamente todos somos iguales o por lo menos igual de valiosos? Con toda seguridad has escuchado muchas veces el dicho popular “todos somos iguales”, que de una forma más precisa sería “todos somos igual de valiosos”, pero la verdad es que no nos sentimos iguales a las demás personas, o mejor dicho, no nos sentimos igual de valiosos que las demás personas. Puede que en tu consciente, en tu raciocinio digas: “claro que todos somos iguales”, pero déjame preguntarte algo:

¿Te sientes superior a alguna persona sobre la faz de la tierra? ¿Te sientes inferior a alguna persona?

Si la respuesta a alguna de estas dos preguntas es afirmativa, es porque no te sientes igual de valioso que todas las personas y he aquí el origen del sentimiento de inferioridad. En nuestra mente subconsciente está almacenada la creencia de que nuestro valor depende de factores como las características físicas (qué tan “bonito – bonita, atractivo o atractiva eres”), las capacidades mentales (qué tan astuto, inteligente, concentrado, disciplinado eres), las capacidades sociales (qué tan fácil interactúas con las demás personas), tu nivel socioeconómico (en dónde vives, cuánto ganas, qué nivel de vida tienes y qué logros has tenido). Y está bien, estoy de acuerdo con que estas son características que nos facilitan la vida, que nos permiten mayores niveles de comodidad y que nos acercan más a lograr muchas cosas; el problema empieza cuando dejamos de sentirnos valiosos por no poseer una determinada característica o condición y es por esto que el 99,99% de las personas respondemos afirmativamente a las dos preguntas planteadas; nos sentimos más valiosos o menos valiosos que otros, porque creemos (consciente o inconscientemente) que nuestro valor depende de lo que hagamos o dejemos de hacer, de las características y las condiciones que tengamos.

Mientras no “tumbemos”, mientras no desinstalemos de una vez por todas esta creencia, mientras nuestra valía personal siga dependiendo de características y condiciones humanas tan variables como el nivel de ingresos, una cara linda, un cuerpo armonioso, tener una profesión respetada, nuestra comunicación no solamente no será efectiva, sino que nuestras relaciones nunca serán satisfactorias y más importante aún, nunca seremos felices… nunca podremos tener la maravillosa experiencia de sentirnos valiosos únicamente por existir; puede sonarte cursi, pero he aquí el elemento fundamental de la verdadera comunicación efectiva… sentirnos igual de valiosos que las demás personas.

Bueno, se nos acaba el tiempo, pero nos queda mucha tela por cortar, nos queda mucho que decir de este tema y lo haré en otros post.

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